jueves, 21 de enero de 2010

Consejo


Cásate con un arqueólogo. Cuanto más vieja te hagas, más encantadora te encontrará.

11 comentarios:

eMiLiA dijo...

Algo de humor si hay poco amor.

:)

mig dijo...

eeeesta bieeeeeeeen!

yo tedoy un consejo, nunca sigas los consejos, vivi, gasta la vida para que nadie mas lo haga por vos

Rocío dijo...

Y seguramente vos seas en algun momento de tu vida una vieja, y la más encantadora de las viejas ;) jaja. un beso hermosa. Cuidate mucho Emi.

Noelplebeyo dijo...

jajaja...un amigo mío es arqueólogo y dice que quiere solo jovencitas para vivir y huesos para trabajar...

Anónimo dijo...

Jajajaja que encantadora Emilia, siempre tan encantadora.

Espérame en Siberia dijo...

(8) Bésame,
bésame muuuucho (8)

Tener una tía así, honestamente, me tendría con los nervios destrozados. Pero la película es preciosa, bellísima.
Ethan Hawke me ENCANTA.


Muchos besos, Emilia :D

Claudia Perez dijo...

Genial!!!!
Entonces puedo envejecer tranquila… jeje

Muy buen post.
Besos

Anónimo dijo...

Todos los años reemprendía sus campañas. Las excavaciones siempre le llevaban al mismo punto de África, allí donde hizo su descubrimiento, el que guardaba sólo para él hasta este año.
Julio era el límite de los trabajos en el yacimiento y el momento del regreso a casa. Este año no ha sido así. Después de fallar los intentos habituales de localizarlo y comenzando a alarmarme, he volado al país.
Lo que ahora os relato tenéis que tomarlo como tal, esa es la conclusión a la que he llegado por increible que parezca.
Lo encontré en una cripta profunda, en una sala funeraria cuya luz sólo provenía de una pequeña tronera a los pies del sarcófago. La tapa estaba levantada y él colocado a lo largo del cuerpo momificado como el que le hace el amor. Lo sorprendente ha sido conocer por el forense, no que murió de un infarto, sino que efectivamente había restos seminales en los cuerpos. La idea de la necrofilia me aberraba, así que busqué a colaboradores de la excavación y los interrogué.
Ahí va la conclusión. En el solsticio de verano la luz entra por la tronera hasta la cámara real e incide en el sarcófago de manera que, por media hora, el cuerpo embalsamado de la mujer cobra vida y hace el amor con la persona que tenga la fortuna de estar a su lado. Así fue como durante 30 años se repitió el hecho sobrenatural de un coito entre la vida y la muerte. Un milagro que ningún arqueológo se hubiera privado de experimentar.
Sin permiso de nadie, he cerrado los dos cuerpos ahora dormidos, en el sarcófago y les he prendido fuego. Las llamas unirán para siempre lo que aún no puedo explicar.

La sonrisa de Hiperion dijo...

Lo malo es que no te quite el polvo... jajajaja


Saludos y un abrazo enorme.

Anónimo dijo...

jaaaaaaaaaaaaaa


genial!!!!!!!!!!

blasblog dijo...

lastimòsamente muchas veces se reproduce el viejo adagio:
en casa de herrero, cuchillo de palo..
asì vuelve el menosprecio.
saludos
Blas