sábado, 15 de noviembre de 2008

Claro que se curó, porque vivía en la salud!



Parafraseando a Sabines hoy digo:

Algo creí andar buscando en vos, algo mío que vos eras y que no quisiste darme nunca.

El instante preciso de la verdad. Ese que se puede palpar, que si alguien te tocara sentiría las pústulas de lo cierto contaminándote la piel. nunca te quiso, nunca te quiso, nunca te quiso. Y el desgastado vendaje que se resiste a caer de tus ojos.

Después, la disyuntiva: ¿comprar vendas más resistentes o sentarse - al fin - a contemplar la realidad en todo su esplendor?

...

Quizás me ves,

tal vez, acaso un día,

en una lámpara apagada,

en un rincón del cuarto donde duermes,

soy una mancha, un punto en la pared, alguna raya

que tus ojos, sin ti, se quedan viendo.

Quizás me reconoces

como una hora antigua

cuando a solas preguntas, te interrogas

con el cuerpo cerrado y sin respuesta.

Soy una cicatriz que ya no existe,

un beso ya lavado por el tiempo,

un amor y otro amor que ya enterraste.

Pero estás en mis manos y me tienes

y en tus manos estoy, brasa, ceniza,

para secar tus lágrimas que lloro.

(...)
Recoge mi cabeza. Guarda el brazo

con que amé tu cintura. No me dejes

en medio de tu sangre en esa toalla.

[Jaime Sabines]

4 comentarios:

Anónimo dijo...

interesante tu blog

saludos

Sole dijo...

Creo que es mejor dejar caer la venda, afrontar la realidad por dura que sea ( al fin y al cabo de eso se trata vivir) y volver a creer e intentar vivir nuevas experiencias..

Billy Munoz dijo...

uuu que bueno ,me gusto mucho ,saludos

g. dijo...

Muy lindo texto Emilia...
Tengo ganas de robarte esa antología de Sabines, realmente...

Así que algún plan voy a encontrar para robártela...jejeje

Saludos, muy lindo, sinceramente