
Querida Emma:
Estas dos palabras “Querida Emma” me transportan a otra época cuando nos escribíamos después de que murieron mis padres.
Yo te contaba cosas de mis amigos nuevos y de mi nueva vida y tú me decías que mis padres se daban la gran vida en el cielo. La verdad no es nada. Lo que tú crees que es verdad es lo que importa. Y lo que yo creía es que iba a estar contigo para siempre, para siempre.
He tardado tanto en escribirte porque he sido estúpido. Me pasé la vida engañándome.
Todas las cartas que te he escrito han sido de amor. ¿Cómo podrían haber sido otra cosa? Ahora veo que todas salvo ésta fueron cartas de amor malas. Las cartas de amor buenas no piden nada.
Es un placer anunciarte que esta es mi primera carta de amor buena porque tú ya no tienes que hacer nada. Ya hiciste todo. Tengo suficientes recuerdos tuyos en la mente para toda una eternidad, así que, por favor, no te preocupes por mi. "Estoy de perlas" de verdad. Lo tengo todo. Si me concedieran un deseo, sería que la vida te brinde un poco de la felicidad que tú me has brindado y que sientas lo que es el amor.
Tu amigo eternamente,
Will.